Capítulo 7: Déjame un recuerdo


Como ya faltaba poco para fin de año, decidí comprarme un Slam (libretita donde cada uno de tus amigos te deja sus datos y una dedicatoria) ya que estaba muy de moda. Esa libreta es uno de mis tesoros hasta ahora, ya casi faltando mes y medio para concluir las clases lo lleve al colegio y empecé a entregarles a cada uno de mis amigos para que me lo llenen, quería que todos mis amigos llenen mi libreta primero para luego estregárselo a la persona más especial para mí, Manuel, quise que él fuera el último en llenarlo  porque no quería que nadie más vea lo que me escribiría. Pasaron unos días y ya solo faltaba que él lo llene, me puse un poco nerviosa mientras lo buscaba a la hora de recreo, cuando lo vi parado en el balcón, mi corazón empezó a latir fuerte, en verdad quería que escribiera algo para mí, mientras me acercaba a él, la emoción crecía en mí, cuando de pronto él voltea, me ve y me sonríe como siempre con esa sonrisa imborrable, yo le pregunte: Manuel puedes llenar mi Slam?...a lo que él enseguida casi quitándome el Slam  de las manos me dijo: Claro que sí, pensé que no me lo pedirías nunca, como veía que a todos les dabas desde hace varios días y a mí no, estaba triste y algo celoso… Yo estaba sorprendida y le dije: No como crees que no te lo daría si tú eres mi amigo, es solo que estaba buscando el momento oportuno para que lo llenes, y bueno creo que es ahora, él sonrió y me dijo: No mires, mientras escribo porque me avergüenzo, yo me reí y le dije está bien me iré un rato  y cuando termines me avisas… Me fui a comprar algo y desde abajo lo observe, él estaba muy concentrado escribiendo, mientras yo estaba impaciente por saber lo que me escribía, hubo un momento en que note que sus ojos empezaron a brillar, parecía que quería llorar, eso me preocupo, y me puse a pensar otra vez sobre cómo sería cuando acabe el cole y ya no lo pueda ver todos los días, me invadió la nostalgia, todo este maravilloso año que pase con mis amigos y con él ya no se volvería a repetir, solo me quedarían los recuerdos, recuerdos que a pesar de los años sé que jamás se borraran.

El recreo acabo, subí las escaleras rápidamente, él me esperaba en la puerta de su salón, me acerque y me dijo: todo lo que escribí aquí es verdad, me entrego el Slam y entro a su salón porque ya empezaba su clase. Me fui con el Slam en la mano, sin saber qué hacer, leerlo ahora o esperar a llegar a casa y mi curiosidad fue más grande así que  decidí leerlo en clase, ese día pensé en todo menos en lo que el profesor hablaba, toda la clase me la pase leyendo y releyendo esa página, es que eran palabras tan hermosas, las más hermosas para mí, sobre todo porque las había escrito él, en ese momento supe que me amaba de la forma más sincera e inocente que puede existir, quisiera poder decir esas palabras pero creo que debo guardar ese secreto, por ser lo más especial que él me dejo escrito.


Después de leerlo no sabía que debía decirle o cómo comportarme cuando lo vería, ese día me fui rápido a la hora de salida, sin darme cuenta que él ya estaba en la puerta del colegio esperándome, cuando lo vi, mi rostro se puso completamente rojo, agache la mirada, y me fui por otro lado, él al verme así me siguió, hasta alcanzarme, me cogió de la mano y me dijo: que te pasa por que me evades acaso no te gusto lo que te escribí, si él supiera todos los sentimientos que había causado en mí, ni se le ocurriría pensar eso, pero le dije: No, no es eso, es solo que estoy apurada tengo que salir más tarde, por eso tengo que ir rápido a mi ca.. Sin dejarme terminar lo que le estaba diciendo, me abrazo muy fuerte y lloro en mis brazos (Continuara…).

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