Segunda Novela: Eterno Verano
Personajes principales:
- Camila (Protagonista)
- Marco (Protagonista)
- Rodrigo (Protagonista)
- Teresa (Mejor amiga de Camila)
Capítulo 1: Primer Día

La clase empezó, el ambiente era muy
tranquilo, nadie hablaba ni murmuraba, todos estaban muy atentos a lo que decía
el profesor, eso me demostró que ya no estaba en el colegio, que debía tratar
de aprender todo lo que podía para poder dar un buen examen de ingreso a la
universidad, pasaron las horas y llego el descanso por unos minutos, 20 para ser
exactos, me fui a mojarme un poco la cara y a comprar algo de comer, al
regresar vi que habían pocos alumnos en el salón casi todos habían salido, me senté
en mi lugar nuevamente, y recién pude ver el rostro de mi compañero, ya que
desde que había llegado no volteé a mirarlo ni un segundo, al parecer no había salido
a comprar nada, él solo estaba recostado en la carpeta descansando, quise invitarle
mi galleta, pero me dio vergüenza y no lo hice; la hora del descansó acabo, el
profesor continuo la clase, pasaron las horas y notaba que mis ojos se
cerraban, parecía que el profe cantaba una canción para dormir, apoye mi codo
sobre la carpeta y con mi mano sujete mi cabeza, sin darme cuenta ya había cerrado
los ojos por unos segundos, en ese momento sentí que alguien me toco el hombro,
desperté y vi que mi compañero me estaba mirando con una ligera sonrisa, me avergoncé
pero por suerte el profesor no vio que dormía, le di las gracias por haberme
levantado y me puse a escribir lo que estaba en la pizarra, la clase acabo por
fin, guarde mis cosas y salí rápidamente del aula, necesitaba mojarme la cara
de nuevo, fue en ese momento en que recibí una llamada inesperada era Rodrigo
mi enamorado, me emocione como siempre y le conteste enseguida, me dijo que me extrañaba
y que me esperaría en el parque de siempre, así que me apresure en ir al
paradero, pero sí que estaba repleto de estudiantes, cada 5 minutos miraba mi
celular para ver la hora, y el carro no venía o venia demasiado lleno, me empecé
a desesperar, en ese momento alguien me choco el hombro, voltee y vi a mi
compañero de carpeta, era mucho más alto que yo, al parecer me reconoció también,
me pidió disculpa y se fue enseguida, lo perdí de vista entre la gente, y justo
vi mi carro que por fin llegaba, subí rápidamente y aunque estaba apretada me sentí
más aliviada de que al menos no llegaría tan tarde al encuentro...(Continuará).
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