Capítulo 9: Ya es Diciembre
Ya era diciembre, solo faltaba un día para mi
cumpleaños, estaba haciendo los últimos arreglos en mi sala para que quede todo
listo para la pequeña fiesta que haría, me puse a elegir las canciones que pondría,
y le ayude a mi mamá a preparar las gelatinas, me quede hasta muy noche
alistando todo, quería que quede bonito, estaba muy emocionada, ya había pasado
mucho tiempo desde que no celebraba mi cumpleaños así, con una fiesta y con
luces, y sobre todo con mis amigos del cole.
El gran
día llego, ya tenía 11 años, se puede decir que hasta esa edad todo había sido más
fácil y divertido para mi…aun no sabía cómo sería mi vida en la secundaria y
luego en la universidad pero por esos años no me preocupaba por nada, solo por
jugar, pasar el rato con mis amigas y
con Manuel, mi querido Manuel. Desde muy
temprano aliste la ropa que iba a ponerme, el señor de las luces llego después del
almuerzo y coloco las luces en la sala, ya casi todo estaba listo, ya faltaba
muy poco para que empiecen a llegar mis invitados, la emoción me invadía, sobre
todo por ver a Manuel en mi casa.
Mi
primer invitado llego muy puntual, era Juan mi mejor amigo, el chico que me gustaba desde
que tenía 7 años, aunque ese año me di cuenta que solo era una ilusión, ya que
al conocer a Manuel fue diferente lo que sentía y pude notar la diferencia
entre mis sentimientos hacia los dos,
sin embargo a Juan le tenía mucho aprecio, siempre fue, es y será mi mejor
amigo, cuando él llego yo estaba solita en mi sala, mis padres estaban en el
segundo piso, Juan me abrazo y me dio mi regalo, le agradecí y luego de un
tiempo en silencio sin decirnos nada, me insinuó “tengo ganas de bailar con
alguien” jaja yo estaba avergonzada, porque estábamos solos, y le dije: porque
no salimos a la puerta seguro los demás ya están viniendo, no vaya a ser que
les muerda el perro ( en la esquina de mi casa habían muchos perros), diciendo
eso me fui a la puerta, Juan me siguió y justo tres de mis compañeros estaban
llegando, eran el Chinin, José y Rodrigo, ellos eran muy chistosos y los más
extrovertidos del salón, quién lo diría ahora uno de ellos es la persona que me
hace muy feliz, que me ama y a la cual
he llegado a amar, a veces las cosas pasan por algo, no todo es coincidencia…
Luego
empezaron a llegar mis amigas, y cuando iba a entrar, mi mejor amiga me
dice: ahí viene Manuel, rápidamente retrocedí, mi corazón empezó a latir muy
fuerte, él estaba llegando, le di el alcance, al verme me abrazo muy fuerte, me
dijo al oído Feliz Cumpleaños y me dio un suave beso en la mejilla, me puse muy
roja pero nada fue mejor que ese momento, me dijo: el día de la promoción te daré
tu regalo, porque yo estaré ahí, te lo prometo, yo le dije que no se preocupara
por eso lo importante era que había venido, él me dijo: por nada del mundo me
lo perdería, me cogió de la mano y me dijo vamos, tengo muchas ganas de bailar
contigo, cuando mis amigos nos vieron entrar juntos, pude notar que lo miraban
con una caraza, es que algunos de los chicos de mi salón no se llevaban bien
con los del A, pero bueno luego empezó la fiesta, repartí con mis amigas los
bocaditos, cada vez que iba al lado de Manuel, me miraba con unos ojos y yo a
él, eso me ponía nerviosa, pero me gustaba, hubo una canción que nunca
olvidare, y que baile con él por primera vez, era un reggaetón romántico, fue mágico,
todo el tiempo estuvo mirando, haciéndome señas con las manos como dedicándome la
canción, yo me reía, él se reía, Tatiana que estaba a mi lado bailando con otro
de mis compañeros también se reía, todos estábamos felices, fue uno de mis
mejores cumpleaños, por no decir el mejor que recuerdo, y fue a la vez como una
despedida a esa época de mi vida, que siempre quedara en mi memoria, y que a
veces deseo volver a vivirla.
Ya era
tarde, me empecé a despedir de mis amigos, Manuel fue el último en irse, lo
acompañe hasta la esquina de mi casa, antes de irse me dijo: Gracias, me divertí
mucho en tu cumpleaños, ojala se vuelva a repetir alguna vez, me cogió la mano,
me miró fijamente a los ojos, se quedó en silencio unos segundos y con un tono
de voz diferente, como queriendo llorar dijo: Me esperaras, me seguirás
queriendo si no estoy contigo por mucho tiempo, no me olvidaras, por favor no
me olvides, yo siempre te voy a amar, mi primer y único amor, no me dejo ni
responder y me abrazo muy fuerte, luego se fue corriendo sin decir nada más, me
quede parada sin terminar de entender por qué me había dicho eso, hacía mucho
frío ese día, volví a casa, me fui a mi cuarto y en mi mente se repetía esa
escena una y otra vez, tuve miedo y sin darme cuenta mis ojos ya estaban
lagrimeando…(Continuará).
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