Capítulo 7: Déjame un recuerdo
Como ya faltaba poco para fin de año, decidí comprarme un Slam (libretita donde cada uno de tus amigos te deja sus datos y una dedicatoria) ya que estaba muy de moda. Esa libreta es uno de mis tesoros hasta ahora, ya casi faltando mes y medio para concluir las clases lo lleve al colegio y empecé a entregarles a cada uno de mis amigos para que me lo llenen, quería que todos mis amigos llenen mi libreta primero para luego estregárselo a la persona más especial para mí, Manuel, quise que él fuera el último en llenarlo porque no quería que nadie más vea lo que me escribiría. Pasaron unos días y ya solo faltaba que él lo llene, me puse un poco nerviosa mientras lo buscaba a la hora de recreo, cuando lo vi parado en el balcón, mi corazón empezó a latir fuerte, en verdad quería que escribiera algo para mí, mientras me acercaba a él, la emoción crecía en mí, cuando de pronto él voltea, me ve y me sonríe como siempre con esa sonrisa imborrable, yo le pregunte: Manuel puedes llenar mi Slam