LOS 23 HACEN SU EFECTO
Aquellos tiempos en donde tener un castillo de la barbie era mi máximo sueño o cuando con dos soles me sentía millonaria quedaron en el recuerdo de una niñez que se fue... Mi adolescencia se podría decir que fue de lo más normal, con las típicas reuniones de amigas, el enamoramiento, el primer beso a la vuelta del colegio, uno que otro bullying, desarrollos hormonales, jodidos desarrollos hormonales, la depresión, el idealismo, los primeros pensamientos de libertad e independencia que empezaron a surgir, los quinceañeros y todas esas chucherías que empezaron a gustarme en ese entonces, también quedaron en el recuerdo, sin embargo el querer ser y sentirme independiente siempre estuvo presente en mí desde esos años hasta ahora, y ha eso le agrego que a los 17 ya sabía cual era mi razón de ser, no había venido a este mundo para ser obstetra como había pensado de niña, tampoco para ser psicóloga como me aconsejaban algunas amistades, y mucho menos ingeniera como quería mi padre, yo qu